miércoles, 22 de junio de 2011

La Historia vecinal y un importante apunte

Hace 9 años en la revista La Voz de las Vecinales, del recordado Villa, Reynaldo Villarreal, el escritor, historiador y columnista Walter Bonetto escribía algunas cosas interesante sobre el rol del vecinalismo y entre otras recordamos estas frases:
"No es fácil imaginarse a Río Cuarto sin el importante movimiento vecinal, más allá de las dificultades propias producidas por el choque de inquietudes y objetivos". "El vecinalismo posee en nuestra ciudad una actividad de destacada importancia la cual se ve manifestada con el amplio espectro de actividades que desarrolla a través de los distintos programas que se elaboran cada año al lado del Gobierno Municipal".
Y más allá de la rica historia del vecinalismo, al que también alude Bonetto, nacido activamente en los 50 con raíces a veces discutidas en cuanto a las fechas de inicio, lo importante es que en esa década comenzaron los grandes movimientos del sector, con inicios esporádicos desde comienzos del siglo hasta la década del 30, luego vino un peréntesis solamente activado por un socialista, Adelmo Viano, en los comienzos del 50 en Barrio Las Ferias, en pleno gobierno de Perón y  también
los amigos del Boulevard Roca en 1953, pero curiosamente después de la caída del líder justicialista es cuando empiezan a formalizarse -mucho tuvo que ver el cooperativismo- los esfuerzos vecinalistas y ahí es cuando están activadas todas las peresonerías jurídicas de las entidades a partir generalmente de 1957 las asociaciones más antiguas y hasta las década del 80 y el 90 que es cuando se completa el número de casi 50 que se mantiene hasta ahora, con algunas refuncionalizadas como  ex Matadero o La Agustina, por ejemplo.

Revista vecinal de don Villarreal.
 Y estimamos que no había razones políticas sino puramente formales y quizás también la dinámica del gobierno peronista que alcanzaba a los sectores barriales de trabajo o populares que podían reemplazar los esfuerzos comunitarios de este tipo o probablemente el fuerte signo partidario del gobierno. Vaya a saber, lo concreto es que sólo dos sectores se manifestaron, curiosamente uno con dirigentes políticos socialistas o demoprogresistas en el sur de la ciudad y vecinos y amigos del Boulevard Roca, un sector casi céntrico aún entonces, íntimamente vinculado al comercio de la arteria, que de cualquier manera formalizarían sus personerías casi en el gobierno de Frondizi en el 58 o aún antes en la Libertadora, junto a otras asociaciones desbordadas por los reclamos y necesidades de los vecinos, especialmente alentados -repetimos- por el cooperativismo que trataba de recuperar algún espacio popular desde el socialismo y otras izquierdas en las puertas de la fallisa recuperación de la democracia que duró muy poco hasta José María Guido y su gobierno títere una vez derrocado Frondizi.
Miguel Angel Abella en 1983 al asumir como primer Intendente de la recuperada democracia, inicia la descentralización de las vecinales, que se convierten en una pieza importante dentro de los servicios que hasta ahí venía prestando la Comuna, como desmalezado y riego, a lo que en los años por venir se le sumaron guarderías, medicina, cursos de formación, atención de reclamos y muchas otras cosas que fueron dando un rol vital a las asociaciones.  Sobre esto Bonetto dice en su nota de años atrás:
"La Vecinal es generalmente prestadora de servicios, ella está organizada para lograr que cada habitante pueda participar en mejorar y perfeccionar su manera de vivir, ya sea haciendo cursos de manualidades, en un taller o en una simple reunión de vecinos".

Walter Boneto
 Y agregar certeramente que "el vecinalismo bien entendido es actividad poseedora de una nobleza extraordinaria que permite concretar objetivos sociales en forma inmediata con resultados a corto plazo, lo cual muchas veces demanda la gente de barrio".
Ya en ediciones anteriores hemos comenzado a desandar el camino de las vecinales, que en adelante seguiremos con aspectos concretos, pero queríamos -especialmente con las reflexiones de Bonetto y también la nuestra- efectuar algunas acotaciones del rol importante del sector en la vida de la ciudad, cuyo ejemplo ha trascendido a todo el país, donde se busca una forma de imitar esto que se hace en Río Cuarto.
Cerramos con estas palabras de nuestro amigo  Walter Bonetto publicadas años atrás pero que encierran una explicación clara de lo que él califica "noble actividad del vecinalismo".
"Es mucho, dice, lo que se realizó en nuestra ciudad producto de la lucha e inquietudes de tanfos hombres y mujeres y también cabe mencionar que es mucho lo que resta por hacer"..."con dirigentes emprendedores, desinteresados, solidarios y visionarios que sigan aportando esfuerzos a esta actividad".
Lo expresamos en notas anteriores, es evidente que no hay una total unidad en el vecinalismo en cuanto al accionar y los propósitos que se buscan, pero no es menos cierto que aún así se trabaja y mucho para avanzar en una estructuración de tareas inéditas comparado con muchos otros lugares del país y aún del exterior, una forma de trabajo que nació aquí, genuina, que es cierto necesitaría de mucho pulimento en algunos aspectos, pero que sigue adelante en su meta de servicio, nada menos que para vecinos.

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